El amor y el sentido común de los padres, aunque son imprescindibles, no son suficientes para criar a nuestros pequeños héroes. Su falta de seguridad los convierte en expertos en el "control" de las situaciones.
Así, tienen una desagradable tendencia a convertir cualquier instrucción en una ocasión para generar una discusión a vida o muerte, o en una lucha abierta por el poder que puede dejar pequeñas a las intrigas de Juego de Tronos.
A nosotros nos ha resultado de utilidad fijar unas reglas objetivas, que determinan el marco de convivencia en el hogar. Conviene formular las normas en sentido positivo, realzando el sentido profundo que tiene la norma como mecanismo de convivencia, totalmente ajeno a la voluntad del redactor de la norma. Véase un ejemplo, al final de este artículo.
Una manera práctica de ponerlo en marcha puede ser que la familia realice una puesta en común del proyecto de normas, escuchando lo que el niño tenga que proponer, y teniendo en cuenta, en la medida de lo posible sus sugerencias (o al menos, dándole la oportunidad de sentirse escuchado y valorado).
Es importante hacer constar de modo nítido que las reglas se aplicarán igual a todos los miembros de la familia (incluso, a los invitados esporádicos o habituales), pues son el marco en el que se hace posible la convivencia de la familia.
Y seguidamente, hacer constar formalmente su entrada en vigor a partir del día siguiente.
Y a partir de entonces, cada vez que observemos una conducta que deseemos corregir, podemos referirnos a la norma, en forma objetiva, desapasionadamente, y como un hecho objetivo.
En vez de decirle 15 veces : "recoge todo lo que has dejado tirado en tu cuarto", puedes pedirle una sola vez, con amabilidad: "Cumple con lo dispuesto en la regla 3ª". (por ejemplo).
A partir de ahí, será más fácil, controlar tu propio estado de ánimo (normalmente, va "in crescendo" con cada advertencia desoída), y además, dejar que vengan las consecuencias naturales que correspondan. (Como aún no has cumplido con la regla 3ª, - no has recogido todo lo que has usado - aún no podemos irnos al parque).
No obstante, que a veces, puede ser mejor hacerse el ciego de vez en cuando que estar permanentemente en "modo reproche". No olvidemos que la guerra mejor ganada es la guerra no peleada.
Reglas de la Familia ....
2. Nos gusta estar felices ; no se puede pegar, molestar , insultar o tratar sin respeto,
3. Nos gusta estar cómodos. El que usa algo, lo recoge.
4. Nos gusta escuchar bien: no se puede gritar
5. Nos gusta tener confianza; no se puede mentir
6. Nos gusta que respeten lo nuestro: no se puede usar las cosas de los demás sin permiso ni romperlas.
7. Nos gusta estar seguros de que todos estamos bien. Si alguien quiere irse debe informar donde va y cuanto tiempo estará fuera.
8. Nos gusta vivir en "Ahora", ni en el pasado ni el futuro. No sirve de nada lamentarse de cosas que ya han pasado, ni enfadarse por lo que aún no ha ocurrido.
9. Nos gusta que las cosas salgan bien: cuando vayas a hacer algo, pregunta cuando y cómo vas a hacerlo.
10.- Nos gusta estar seguros de lo que va a ocurrir. Hay que cumplir lo que se promete
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