Algunas Preguntas frecuentes (FAQ), sobre el Trastorno. Aquí encontrarás algunas respuestas, con ejemplos y sugerencias prácticas.
En primer lugar, perdona que mi hijo no sea perfecto. Siento que no esté a la medida de tus expectativas.
Lamentablemente, aún no ha conseguido aprender a hacerlo mejor. Ya nos gustaría (a él el primero) que no se comportase así.
Sin embargo, si trabajamos todos juntos, podemos ayudarle a cambiar. Pero eso va a exigir mucho de tu parte. Si no estas dispuesto a cambiar tu forma de proceder habitual, tus esquemas predifinidos, o tus ideas preconcebidas, tal vez es mejor que reflexiones sobre porqué estás manteniendo esta relación con mi hijo.
Si llegas a la conclusión de quieres ayudarle, sigue leyendo. Si tu conclusión es otra, no continúes leyendo, por favor. Alejate de nosotros en silencio. Mi hijo y yo te lo agradeceremos.
¿Que le pasa a tu hijo?
Como quizás ya habías sospechado, mi hijo funciona de un modo distinto a los demás. No tiene ninguna dificultad intelectual (De hecho, a menudo es mucho más listo de lo que me gustaría), sino en campo de sus emociones y sentimientos.
Tan sólo tiene una necesidad patológica de sentirse seguro, como consecuencia de las adversidades que sufrió en su primera infancia.
Asi que, ya puedes ir descartando tu primera idea de que es un niño mimado o mal educado. Padece un trastorno que se llama trastorno reactivo del apego, en su vertiente controladora - punitiva.
¿Porque es tan inquieto?
Es muy (pero que muy) impulsivo. De hecho, su trastorno a menudo se confunde con la hiperactividad.
Asi que todo lo que hayas leído o escuchado para tratar con niños con TDAH sirve perfectamente de aplicación en su caso (salvo quizás, las técnicas de corrección de conducta que requieren bastante adaptación).
Normalmente, le suele venir bien todas las actividades en espacios abiertos, especialmente con animales, y tener previstas muchas posibles actividades alternativas que le puedan interesar. Y todo muy estructurado y explicado previamente.
Recuerda que la previsión y la estructura es clave: si tu no tienes previstas esas alternativas apasionantes ni definido el marco de funcionamiento, él inventará alguna variante que probablemente no te guste nada.
¿Porque parece que le cuesta expresarse y se enfada si no le entiendo?
Los niños afectados por este trastorno tienen retraso madurativo y emocional, y con frecuencia, no tienen grandes habilidades para construir frases y expresiones complejas. Por ello les cuesta mucho expresar bien sus emociones o como se sienten.
No es extraño que el cauce de sus emociones busque otros mecanismos de expresión como gestos, interjecciones para explicarse, y cuando no logra hacerse entender, o se enroquen en posiciones absolutas o se enfaden con facilidad.
Si quieres ayudarle, con paciencia, comprensión, y sobre todo, empatía, puedes auxiliarle a definir lo que quiere expresar.
¿Porque es tan provocador?
Le encanta conocer gente y relacionarse con los demás. Sin embargo, aún no sabe hacerlo de la manera más adecuada. Así que su sentido del humor, (un tanto desviado) le aconseja gastar bromas provocativas o actuaciones molestas para ganar tu atención y preeminencia sobre los demás. Normalmente es también un síntoma de nervios, excitación o ansiedad creciente, como la que le produce estar con gente nueva, o en entornos que no conoce.
No te lo tomes personalmente, por que no realmente no va contra tí. Así que si tu paciencia hoy no está cargada hasta los topes, mejor búscate otro lugar. Si ves que te está sacando de tus casillas, mejor cálmate y toma espacio. No olvides que tu eres el adulto y el que está ( o puede estar) en control de sus emociones. Una vez estés calmado, seguro que podrás encontrar alguna manera de redirigirlo hacia algo más constructivo.
¿Porque reacciona tan mal cuando una persona mayor le recrimina o le regaña?
Este trastorno se caracteriza por una menguada capacidad de aprendizaje a partir de experiencias sociales (castigo/prohibición) y serias dificultades para establecer relaciones causa - efecto. Personalmente, creo que tiene mucho que ver con el nivel de ansiedad que les impide pensar.
Nuestro jóven héroe está en lucha constante con el Universo para colocar y mantener todas las situaciones bajo su exclusivo control para poder sentirse seguro.
Eso se traduce en una continua necesidad de imponer su criterio frente al de cualquiera, especialmente, frente al de cualquier adulto al que no conoce o no merece su confianza (la mayoría, en su opinión).
Normalmente, esto suele desencadenar una respuesta autoritaria en la mayoría de los adultos, que pretenden reforzar su autoridad elevando la voz, o dando signos de autoridad y poder (físicos: reafirmación posicional, malas caras, violencia) o verbales (amenazas, castigos). La experiencia nos ha demostrado una y otra vez que ésto sólo sirve para hacer el problema más grave, pues significa echarle gasolina (actuaciones que pueden generar miedo) al fuego que ya está ardiendo (la agresividad como respuesta al miedo). Los problemas pueden escalar hasta límites insospechados que seguro no te van a gustar.
La mejor respuesta ante esta conducta es siempre tratarlo con un exquisito respeto y empatía (aunque él no lo esté haciendo igual). Cualquier gesto de enfado o desagrado (en la mirada, en la posicion corporal, en el tono de voz) lo captará y lo interpretará como una amenaza a su seguridad. Debes en la mayoría de las ocasiones evitar entrar en la trampa que te está tendiendo de luchar por el poder (salvo que esté la seguridad de alguna persona o bienes en juego). Puedes retirarte con una excusa o con educación, o introducir una disgresión o alternativa de su interés que distraiga su atención de la lucha por el poder. Si verdaderamente es de su interés, podrás reforzar su autoridad fijándole las condiciones de acceso a eso que tanto le atrae. Con respeto y buenas formas, eso sí.
¿Porque en un momento es encantador, y al momento siguiente, puede ser el diablo de Tasmania?
Imagínate que vivieras en un mundo en el que te acechan toda clase de peligros. Tu nivel de alerta y vigilancia estaría al máximo. Tus hormonas que se generan con el estrés (cortisol) trabajarían a pleno rendimiento manteniendo alerta para sobrevivir.
Pues ese es el mundo en el que él vive. Estos niños presentan una característica común denominada hipervigilancia que les hace ser muy capaces de leer y predecir las reacciones de los demás (A veces parece cosa de magia).
Por eso, ya desde primera hora de la mañana, cuando tu estás aún muy relajado y descansado, él ya está mucho más cerca del umbral de lucha o huida. Y así, con cada nuevo hecho del día, cada vez se acercará más y más. Por eso, cualquier estímulo adverso, aunque a tí te pueda parecer irrelevante o desproporcionado, lo puede empujar a tener que huir o defenderse. Y en su caso, casi siempre, la defensa será un ataque preventivo.
Por eso, en general, es muy aconsejable cualquier actuación que le ayude a bajar la ansiedad y el estrés. Descubrirás a la persona que hay debajo de todas sus defensas, y probablemente, te gustará.
¿Es agresivo con otros niños? ¿Y con las personas mayores?
No es agresivo en modo alguno con los niños, pues no suponen para el una amenaza.
De hecho, es muy protector de los niños más pequeños o desvalidos. Otra cosa distinta es que su conducta sea adecuada, o que los demás le encuentren tolerable. Su conducta provocadora no siempre es bien admitida. Y eso puede dar lugar a reacciones de rechazo, que a su vez, pueden traer consigo más problemas.
Siempre, por otra parte, hay que tener especial atención con los juegos que impliquen fuerte contacto físico.
Con las personas mayores, hay más riesgo de que la cosa acabe peor. De una parte, las propias reacciones tendiendo a restablecer su autoridad (imponerse) o a corregir su conducta (castigos) pueden desencadenar situaciones de intensa frustación que no sabe como manejar adecuadamente. De otra, la amenaza que puede suponer un adulto es sensiblemente superior, por lo que tiende a disparar la ansiedad y el estrés hacia puntos que no puede controlar. Finalmente, la intervención física de contención, salvo casos de riesgo para su salud y la de terceros o similares, está claramente contraindicada. Asi que la principal medida a tener en cuenta para que la cosa no se descontrole, es vigilar tu propia conducta.
Es importante reflexionar todas y cada una de las veces si la actuación que estamos haciendo o vamos a hacer no producirá mas daño del que queremos corregir. Esto es, valorar el coste eficacia de la intervención. Y también, si es la forma más eficaz de alcanzar el fin que queremos al menor coste para todos.
Y siempre, siempre, dejar una salida abierta que permita evitar una escalada de la conducta refractaria hacia la resistencia activa.
¿Le ocurre eso porque es adoptado ?
No, por supuesto. Tampoco es un problema genético, ni le faltó oxígeno al nacer.
Le ocurre porque fue maltratado en su infancia. De hecho, es muy frecuente entre los niños que hay sufrido traumas en su primera infancia.
Te pondré un ejemplo:
Mientras que tu tuviste la oportunidad de gozar de una madre que te dio su cariño y amor, que te alimentó y te dio su calor, él no tuvo a nadie. Cuando tu aprendiste que una sonrisa tuya conseguía generar una sonrisa en tus padres, él no tuvo con quien aprenderlo. Tu conociste el efecto calmante del la voz y el abrazo de una madre o un padre, pero él no tuvo a nadie para dárselo. Toda tu familia se alegraba en aplaudir tus primeros balbuceos, que para él se perdieron en el silencio. Y así sucesivamente.
Así que todas estas carencias durante su primera infancia (antes de la edad de 3 años) o incluso durante la vida intrauterina afectan a su seguridad para explorar a su alrededor y relacionarse con los demás. Cuando tu generaste una emoción de sentirte a gusto y seguro en el mundo, el no pudo hacerlo. Y aún vive ahí.
Asi que ya vés, no es culpa suya ser como és. Sencillamente, le ocurrió así. Lo mismo te podía haber pasado a tí, a tu hermano, a tu hijo ...
Sencillamente, está aprendiendo (con mucho esfuerzo) algo que no aprendió en su momento porque faltaron quienes debían enseñárselo.
¿Tiene cura su problema?. ¿Se pondrá bien en el futuro?
Su dificultad es en el orden emocional. Todos los mensajes que recibe son interpretados subconscientemente por su cerebro bajo la impresión de que el mundo es un lugar peligroso y hostil dónde todos los que les rodean, incluidos sus padres, son susceptibles de ser una amenaza potencial.
Con el tiempo y la madurez, aprenderá a confiar más en los que le rodean y técnicas para relacionarse con más eficacia con los demás. Pero tendrá que realizar un esfuerzo mantenido para controlar su impulsividad y su primera reacción instintiva.
De hecho, tu ayuda puede resultar significativa. Te agradeceríamos mucho tu colaboración a enseñarle que el mundo es un lugar lleno de gente buena, empática, amable, solidaria, donde hay poco que temer y mucho que disfrutar.
Yo tengo fe en que lo conseguirá. ¿Y tu?
¿Es consciente de lo que le pasa?
Los chicos con trastornos de apego son conscientes de que todo les sale mal, y no saben exactamente porqué.
Es muy frecuente que en este tipo de chicos tengan problemas de autoestima y un pésimo concepto de si mismo. Es bastante lógico, por otra parte. Si estuviéramos recibiendo continuos mensajes de que todo lo hacemos mal (o muy mal), terminaríamos pensando que estamos predestinados para ello, sin otra solución posible.
Es muy frecuente que aparezcan ideas suicidas o autolesivas, pues sufren intensamente en esa diferencia.
Mas grave aún es el riesgo de que estos niños puedan construir el concepto sobre si mismo valorando positivamente su capacidad para hacer el mal, que puede desembocar en futuras conductas claramente psicopáticas.
Todas estas dificultades se ponen de manifiesto más claramente aún durante la adolescencia.
Lo positivo es que con tu ayuda podemos hacerle ver que él es capaz de hacer las cosas bien, y puede construir un presente que merece la pena ser vivido.
¿Como podemos ayudar?
Los niños con este trastorno tienen dificultades en establecer y mantener relaciones sociales duraderas de servicio y amistad. Esto dificulta el desarrollo de sus competencias sociales, y distorsiona otros aspectos de la vida del niño tales como jugar, aprender, trabajar, tener amigos, formar parte de una familia o de un grupo. Las reacciones negativas de los demás en estas situaciones (conflictos y decepciones) hacen que el desarrollo cotidiano se resienta.
Él no tiene problemas para tener amigos (en su opinión), pero los demás si tienen problemas para aguantarle.
Si le quieres ayudar, lo mejor es tener presente estos consejos. Hay una palabra clave para alcanzar el éxito;
Empatía.
Si cualquier interacción te la planteas desde ahí, seguro que las cosas irán mejor.
Normalmente, si lo intentas suficientes veces, descubrirás que es un buen chaval con un gran corazón. Una vez te haya aceptado, y esté relajado y cómodo puede llegar a portarse de una manera bastante aceptable.
Su trastorno no es contagioso. Y él necesita relacionarse con otros niños y adultos...
Así que estará encantados de participar en cualquier actividad que quieras organizar.
De momento, siempre le acompañaremos para asegurarnos de poder ayudarte cuando tu autocontrol falle (porque fallarás), y poder asegurarnos que las cosas salgan bien.
Empatía.
Si cualquier interacción te la planteas desde ahí, seguro que las cosas irán mejor.
Normalmente, si lo intentas suficientes veces, descubrirás que es un buen chaval con un gran corazón. Una vez te haya aceptado, y esté relajado y cómodo puede llegar a portarse de una manera bastante aceptable.
Su trastorno no es contagioso. Y él necesita relacionarse con otros niños y adultos...
Así que estará encantados de participar en cualquier actividad que quieras organizar.
De momento, siempre le acompañaremos para asegurarnos de poder ayudarte cuando tu autocontrol falle (porque fallarás), y poder asegurarnos que las cosas salgan bien.
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