domingo, 2 de octubre de 2016

Mi hijo no es como los demás, pero él ha tenido suerte. ¿Y los demás?



Mi hijo no es como los demás. Aprende y se relaciona con los demás de un modo diferente, que a la mayoría le cuesta entender y aceptar.

Yo no pedí que fuera así, pero el Destino (o Dios) lo pusieron en mi vida para que le ayudara en su camino (o tal vez, para que me enseñara a ser mejor persona). A él tampoco le gusta como és, y por eso ambos estamos trabajando duro por mejorar.

Pero, de momento, eso es lo que hay. 

Con eso tenemos que desayunar cada mañana, almorzar cada día, y cenar cada noche. En esa realidad vivimos cada minuto, cada hora, cada día, y cada semana. Es el primer pensamiento del día, al despertar, y el último al dormir. Es un camino largo, y a menudo, cuesta arriba…

Es duro, muy duro, pero lo llevamos bien. Él es consciente de que le quiero por encima de todas las cosas, y yo también sé que el me ama, aunque rara vez me lo demuestre. Ambos tenemos esperanza y confianza.

Ahora mismo, una parte importante de su mundo es la Escuela, dónde, no lo olvidemos, él no va a aprender, sino a vivir su día a día en sociedad. 

Lamentablemente, aún no le va demasiado bien allí, aunque tenemos esperanza de que algún día lo conseguirá. 

Mi hijo ha tenido la inmensa suerte de que todas las personas que hacen presente esa entidad abstracta que es una Escuela se están volcando en ayudarle. 

Eso es lo que, quizás, consiga hacer la diferencia para que las cosas mejoren poco a poco. Sus padres, por supuesto, haremos todo lo que esté en nuestra mano para proporcionarles los medios o apoyos que hagan falta, hasta donde lleguen nuestras posibilidades económicas. 

No sabemos si funcionará, pero está claro que todos, unidos, padres y Escuela, nos estamos dejando la piel en el intento. Al menos tiene una oportunidad.

¿Pero saben que? : 

No todos los niños tienen esa oportunidad. Mi hijo no es el único que tiene dificultades en la Escuela. Pero no todos los niños tienen la suerte de encontrar una Escuela así de comprometida. O de tener unos padres que su economía les permita invertir en medios para subsanar las insuficiencias de los medios del sistema educativo. 

  • Hay muchos otros chicos con graves dificultades, que requieren un fuerte esfuerzo de medios y adaptación. (autismo, parálisis cerebral, etc).
  • Otros tienen dificultades físicas (sordera, ceguera, enfermedades raras de toda índole), y requieren medios especiales 
  • También los hay que tienen dificultades, de algún modo, menores, pero que también requieren adaptaciones significativas (Dislalia, dislexia, hiperactividad, etc). E incluso, otras veces se necesitan cosas tan simples como dar al niño una pastilla durante el horario escolar.

Las quejas no dejan de florecer por doquier. 

El equipo directivo se queja de que no les dan los medios que necesitan para atender  las necesidades de todos los alumnos. Faltan Maestros de Pedagogía Terapéutica y de Audición y Lenguaje, y excepcional es el colegio que tiene Monitores de Educación Especial.  Faltan medios materiales para adaptar los contenidos. Se lamentan de que la administración es dura de oído ante sus solicitudes, y lenta en hacer efectiva sus resoluciones de apoyo, que nunca llegan a tiempo.   Y la necesidad de atender a los intereses de la mayoría de los niños lleva como consecuencia lógica que se menoscaben habitual y sistemáticamente los derechos de los niños con necesidades educativas especiales. Por citar solo algunos ejemplos, no es infrecuente que se use cualquier excusa o formalismo para no matricular los niños con serias dificultades en su centro (aunque sea el que corresponde a su barrio, y dónde están sus amigos), o que se sugiera al equipo de orientación la modificación de la modalidad de escolarización, o finalmente, que se abuse de la norma sancionadora buscando la expulsión del centro,  y si se puede ser, definitivamente.  Todas estas actitudes, no le solucionan nada al alumno "especial", pero se ve obligado a sacrificarse en beneficio del resto, con su conformidad o no. 

Los profesores se quejan de la rigidez  de las normas educativas y, a menudo, de las actitudes de algunos compañeros, o del Claustro, de la Dirección, o del Consejo que no cooperan lo suficiente para adaptarse a la realidad de estos niños. Aunque rara vez se atreven a hacer pública su discrepancia, sufren en silencio las trabas que impiden dar cumplimiento a su vocación de Educar. 

Los padres de los niños "normales" se quejan  de que las dificultades de aprendizaje o de conducta de estos alumnos retrasan el aprendizaje o dificultan la convivencia. Tristemente, ha llegado a haber casos en que los padres de los alumnos han tomado medidas para exigir la expulsión del alumno diferente, incluso dejado de enviar a sus hijos a la clase para forzar una resolución de la administración educativa. 

Y los padres del alumno "especial" estamos ahí, en medio de todo esto. Nos quejamos de esto y de mucho mas: (Falta de sensibilidad hacia la diferencia en los profesores, tutores o monitores, falta de adaptación de servicios complementarios tales como extraescolares o comedor, necesidad de ir al centro escolar tan sólo para dar una pastilla, etc, etc). Y además, tratamos de mantener la cordura y no dejar de entender y apoyar a todos los miembros de la comunidad educativa, en vez de la solución que nos dicta el corazón, de dejar que arda Troya. 


Y entretanto, ¿que hace la Administración Educativa?. 

  • Si los padres somos peleones, y/o tenemos la suerte de gozar del apoyo de la Comunidad Educativa, o de la prensa, o cualquier otro medio de presión, o tenemos mucha suerte, concede a cuentagotas remedios paliativos de tan triste situación, siempre tardíos, y casi siempre insuficientes.
  • Y si no tenemos tanta suerte, se refugia en tecnicismos para negar la ayuda tan necesitada. O culpa al menor o su familia. O incluso, propone soluciones segregacionistas, que obligan a sacar al alumno de su contexto social para meterlo en un Centro de Educación Especial, en una Aula específica, o en otro colegio distinto en el que hay Monitor de Educación Especial, etc.  


En resumen, todo el mundo se queja. Pero hay poca (o ninguna) ayuda efectiva. Unas veces porque no hay, y otras porque no se puede, o incluso, a veces, tristemente, porque no se quiere. 

Todos los bellos principios de la normas educativas  (educación individualizada, apoyos precisos, Educación Inclusiva) se convierten en la mayoría de los casos en papel mojado. Todas los Convenios de la ONU, se quedan en nada. Me recuerda al chiste del infierno español (un día no hay cubo, otro día no hay pala, etc).

Toda esto sirve de introducción para plantearos una pregunta.

Sres. Padres y familiares de niños "diferentes", asociaciones de discapacitados o enfermos, organizaciones de defensa de alumnos NEE, profesionales de la Educación que desean cambiar su realidad y personas de bien :

  • Si estos niños tienen unos derechos reconocidos por las leyes (véase el post anterior aqui) que son sistemáticamente sacrificados ante el altar de la economía y la administración eficiente de los recursos escasos...
  • Si es nuestro propio dinero, via impuestos en los colegios públicos o concertados, o vía directa en los privados, el que sirve para pagar todos y cada unos de los euros que permiten funcionar a los Centros y a la Administración Educativa...


¿Hasta cuando vamos a tolerar esta situación?. 

Unámonos todos para hacer llegar el mensaje de una forma nítida a los que pueden cambiar la realidad con un simple Decreto. 

¡Queremos que se hagan realidad las normas que ya existen.! 

¡Queremos una Educacion Inclusiva YA. ! 


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